lunes, 21 de marzo de 2011

Az

Las garras mías, caen sobre el cuerpo tuyo.
Escribo con sangre de dios, palabras de humanos.
En mis manos, el futuro fue el sonido del agua, deslizándose por el cristal.
Rojo; un tapado que tan bien me queda cubierto.
En la cena, se firmara la paz del alma, de todo este infame paraíso.
Pienso, interrumpo mi animalidad, razono; es lo que me permitirá vivir hasta vivir mi muerte.
Debo apurar palabras para no comer cocaína.
Debo, por eso bebo. Soy, en un sonido que viene al vientre y que me recuerda: “en el fondo del inodoro revelaciones-esperan-monedas-esperan extra cotidiano ano no o....”
Paseo por esta parte del parque, para que el paquete de pensamientos que te experimento suene a-liento-lienzo.
Actúa la música sobre el lienzo, se pintan los sonidos que tallan el aire lleno de almas hambrientas de lo que sea que les permita no recordar que una casualidad es quien rige sus no muertes, por ahora.

martes, 14 de diciembre de 2010

libertad

miércoles, 20 de octubre de 2010

Viaje

Quede varado delante del molinete, en la estación que da a tu corazón.
El ultimo paso me prohibiste.
Por eso al mar de las palabras me entregue y en ese momento la peregrinación
comenzó.

jueves, 7 de octubre de 2010

Desde Yo hasta Internet

La imagen, que mi cuerpo y el teclado generan,
 me pide que la conserve;
 pero me obliga a romperla para enunciarla:
                                                                      Hermosa:
                                                                                      mi cráneo descansa sobre mi mano,
                                                                                      apuntalada al antebrazo.
Todo acaba junto al teclado: castaño, arena blanca, grises blandos, grises rígidos y negro.
Internet.

El error de ayer,
la tecnología hoy,
me permite editar.

En la edición
se gana error.

Tecnología


miércoles, 8 de septiembre de 2010

...al...

Salida virtual,
del ritual,
para evitar,
el mal vertical.

lunes, 30 de agosto de 2010

Empuje.

Mucho, por sierto, cuando aquel planeta verifi-que volves al escenario.
Suerte para mi.

miércoles, 8 de julio de 2009

Parte de una carta de un tipo de 40 a otro.

[¿¡Te acordás la calentura de nuestras almas!? ¡Ja! Ya hace más de 20 años…

Como se entibiaron con el paso del tiempo; o tal vez fue nuestra inmovilidad…

Es cierto, a veces pensábamos que era vida y hacíamos muerte. ¡Pero creíamos en eso!

Ahora solo hacemos. Somos homo-maquinas.

Me acuerdo que hablábamos de la revolución. Varias, en realidad; la nuestra, la de las maquinas, la de la naturaleza.

La naturaleza siempre se esta revolucionando.

Las otras dos murieron cuando nos transformamos en lo que somos.

Me gustaría comenzar a pensar en la revolución de los homo-maquinas; pero nuestros hijos ni siquiera tienen pasado.]